Amaneció el lunes en nuestro Bosque Encantado lleno de ritmo y ganas de bailar. Así que, después de jugar un “Bingo Humano” para conocer un poco mejor a nuestros compañeros, y saber quién tiene mascota, hermanos pequeños o el mismo plato favorito que nosotros, nos lanzamos de lleno a darlo todo en la pista de baile…. Y en la pasarela!! Desfilando con nuestros mejores diseños de la temporada mágica.
El martes, como todos los martes, nos tocaba ir al agua, y eso siempre nos da mucha hambre. Así que antes de marchar rumbo a los manantiales encantados, decidimos prepararnos unos fantásticos “Bocaduendes” para matar el gusanillo. También supimos que en algunas fuentes y ríos viven ninfas, y que algunas tienen “Los Ojos Verdes”, como una que se encontró Gustavo Adolfo Bécquer en otro Bosque Mágico parecido al nuestro.
Aprovechamos la mañana fresquita del miércoles para jugar en el patio. Y, divididos por equipos, nos enfrentamos a montones de juegos deportivos basados en el fútbol, el baloncesto y el atletismo, con pruebas de velocidad, de agilidad o de puntería. Después del almuerzo volvimos a trabajar en nuestro Bosque, que, aunque ya tenía muchos árboles, le faltaban plantas y flores. Así pues nos convertimos en jardineros y plantamos semillas y brotes, y regamos, y…. a ver si crecen pronto!!
Dentro de nuestro Buzón Mágico del árbol de los deseos, apareció una propuesta que nos encanta y, aunque la hemos hecho ya otros años, no nos importaba nada de nada repetir. Así que el jueves realizamos una nueva edición de nuestra famosa “Guarrynkhana” . Concurso de pringuepruebas en el que gana el equipo que más se ha ensuciado al realizarlas. ¡¡Qué mal nos lo pasamos!! Después, manguerazo, jabón y esponja y ¡de cabeza a nuestras piscinas!
Para terminar la semana, el viernes decidimos salir a explorar otros parques y Bosques de la ciudad, y fuimos hasta el parque del Agua, donde pasamos la mañana entre columpios, tirolinas y toboganes gigantes. Nos tiramos rodando por “la colina de la croqueta” y nos refrescamos en una mágica fuente que brota del suelo sin que nadie se lo espere. Y como somos duendes y hadas muy simpáticos y educados, nos portamos súper bien en el autobús, recibiendo muchos cumplidos del resto de pasajeros.
*Textos y fotos proporcionados por nuestro Armando (Mané)
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